viernes, 26 de noviembre de 2010

Fragmento sobre la Gratitud - El Morya

"...La gratitud es la ciencia de amar a la vida libre del sufrimiento.
El Amado Maestro Jesús usó esta ciencia y desarrolló un  momentum tal de amor, que ni la enfermedad, limitación, ni aun la apariencia de la muerte misma, causaron que ÉL cambiara su aura y sentimiento de gratitud a su Padre y al patrón divino en los corazones de toda la humanidad. Así, la vida ( que es inteligente) respondió a Su Amor y exteriorizó salud, opulencia y vida eterna.

¡Amada Presencia de Dios y Amado Arcángel Chamuel, enséñenme ahora cómo amar en la forma que ustedes lo hacen! Ayúdenme a generar el sentimiento de Gratitud hacia ustedes, la hueste angélica, el reino de la naturaleza y hacia mi prójimo.
¡Ayúdenme a  hacer del hogar de mi alma un lugar feliz, agradecido, amoroso y armonioso en el que habitar. Entonces , Amado Padre y Ángeles del Amor, permítanme uirme a ustedes en amar a toda la vida libre como hizo el Maestro Jesús!.."

Fuente: Fragmento del libro "Zafiros de El Morya",  El Morya, 2º ed. Grupo Metafisico de caracas Sede Central & Sra. de la Luz.,  2010.


viernes, 19 de noviembre de 2010

La Gran Invocación




GRAN INVOCACIÓN I


Que las Fuerzas de la Luz iluminen a la humanidad.
Que el Espíritu de Paz se difunda por el mundo.
Que el espíritu de colaboración una a los hombres de buena voluntad donde quiera que estén.
Que el olvido de agravios, por parte de todos los hombres, sea la tónica de esta época.
Que el poder acompañe los esfuerzos de los Grandes Seres.
Que así sea y cumplamos nuestra parte.




GRAN INVOCACIÓN II



Que surjan los Señores de la Liberación.
Que traigan ayuda a los hijos de los hombres.
Que aparezca el Jinete del Lugar secreto, y con su venida, salve.
Ven, oh Todopoderoso.

Que las almas de los hombres despierten a la Luz.
Que permanezcan con intención masiva.
Que el Señor pronuncie el fíat:
¡Ha llegado a su fin el dolor!
Ven, oh Todopoderoso.
Ha llegado, para la Fuerza Salvadora, la hora de servir.
Que se difunda por el mundo, oh Todopoderoso.

Que la Luz, el Amor, el Poder y la Muerte,
Cumplan el propósito de Aquel Que Viene.
La Voluntad de salvar está presente.
El Amor para llevar a cabo la tarea, está ampliamente difundido.
La Ayuda activa de quienes conocen la verdad también está presente.
Ven, oh Todopoderoso, y fusiona a los tres.
Construye una muralla protectora.
El imperio del mal debe terminar ahora.




GRAN INVOCACIÓN III



Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes de los hombres,
Que la Luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya amor a los corazones de los hombres,
Que Cristo retorne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida, que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres, el propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de amor y de Luz,
Y selle la puerta donde se halla el mal.
Que la Luz, el Amor y el Poder, restablezcan el Plan en la Tierra.


Copia fiel y textual tomado del original de:
Metafísica Sede Central ®
http://metafisicasedecentral.com/

martes, 9 de noviembre de 2010

Sobre la edad

Este texto lo recibí por correo electrónico; es uno de esos correos que provocan leer pues se aprende de ellos algo que nos ayuda de na forma u otra a ser mejores personas. A veces la enseñanza se aprende de forma indirecta, no necesariamente debemos estar vinculados con el mensaje que se quiere dar, las experiencias de otros pueden servir de mucha ayuda para la vida cotidiana y rompimiento de viejos esquemas.

Espero lo disfruten:


Alfredo Moffat
Psicologo.-  Terapista de Crisis.

La negación de la edad es una tontería. Yo tenía miedo a esta etapa que empieza después de los sesenta años. Ahora, que más o menos estoy instalado en ella (tengo setenta y tres años), me doy cuenta que se me ha simplificado la vida, y la mayor parte de las cosas que antes me preocupaban, ahora creo que son boludeces, pero quedó lo esencial: el amor, los hijos, la justicia social, la solidaridad (y también el dulce de leche y la crema chantilly…)

Esta edad no está tan mal, el tema de la muerte siempre angustia, pero yo creía que iba a ser peor. Es una tontería hacerse el pendejo, fíjense si tuviera que ir al gimnasio, sería todo un laburo y no podría gozar de esto de hacerme el filósofo. Cuando cumplí sesenta años hice una fiesta en la Escuela. Y dije: tengo dos caminos, o me convierto en un viejo sabio, o en un viejo pelotudo. Lo último me pareció aburrido. Cuando no asumís la edad, no gozás ni la una ni la otra.

El temor a la vejez hace que la ocultemos, que sea considerada como algo indigno, a ocultar en un geriátrico porque ya no servimos más.

Acá en la Argentina tenemos la cultura de Mirta Legrand, pobre Mirta, para conservar la juventud debe usar una máscara de cirugía y no está gozando de esa edad.
Cuando estuve en Estados Unidos había una actriz que había sido muy famosa, Bette Davis, que ya estaba muy viejita y tenía el rostro con las arrugas del tiempo. Era conductora y tenía un programa muy respetado, en el que podía decir cosas sabias, porque estaba cómoda en esa edad, era creíble.

También en Italia, estando en una plaza de Roma, pude ver que estaban todos los viejitos (los respetados nonos) jugando a las cartas y tomando Cinzano, con gran dignidad, y la gente iba a preguntarles cosas. El que vio la película casi hasta el final, sabe perfectamente cómo es, y puede avisarle a los otros cómo viene la mano de la vida.

Pero en la Argentina, cuando llegás a esta etapa, te meten en un geriátrico y no aprovechan la historia, que es necesaria para construir el futuro.

En el Amazonas no hay jubilación de viejos. Yo fui hace muchos años, de aventurero, con mochila y bolsa de dormir, y ahí estaban los viejitos de la tribu mirando el río Xingú que desemboca en el Amazonas. Y pensé: "Ahí está la biblioteca nacional"... Uno sabía de partos, otro de canoas, otro de plantas medicinales, a ellos los cuidaban mucho, porque eran los transmisores de la sabiduría, no había transmisión escrita (se moría el de las canoas y tenían que cruzar nadando…) Tenían una dignidad como los que vi en la India. Allí, en el proceso de vida, se respetan todas las etapas.

En estos países de la cultura occidental, tecnológica, donde lo que no es nuevo hay que tirarlo, lo mismo se hace con los seres humanos, y eso es una tontería. En la cultura norteamericana todos tienen que ser jóvenes y lindos.

Hay una etapa de la vida en que uno es niño, otra en que es joven, otra donde es adulto y otra donde es viejo. Nosotros atravesamos las cuatro etapas de la vida, si negamos una, vamos a tener problemas. Si se nos niega la infancia vamos a perder la creatividad, si se nos reprimió la adolescencia, vamos a perder la rebeldía.

Lo importante es seguir creciendo, es como pasar por distintas estaciones. En cada una hay que bajarse y tomar el otro tren (son las crisis evolutivas). Algunos se bajan en una y ahí se quedan, no siguen en el viaje de la vida.

Cuando no se transita uno de los pasajes evolutivos, se produce una perturbación. Si la niña no puede genitalizarse, queda en un vínculo infantil y no asume sus posibilidades de hacer pareja, es la hija que queda captada por un padre muy sometedor,  tiene cuarenta años y vive con el padre. Pero no puede hacer pareja con el padre por el incesto y por la diferencia de edad, son dos mundos distintos. Lo mismo ocurre con el varón, cuando muere el padre, y la madre lo coloca en el rol del hombre de la casa. Ese adolescente empieza a desfasarse de su objeto sexual, que es una novia, y es el típico solterón, o se casa y tiene problemas, no se despegó de la madre.

La concentración urbana genera la familia nuclear: papá, mamá y uno o dos hijos, donde es tan pequeño el espacio, que no cabe el abuelo, va al geriátrico, después tienen que mandar al nieto a la guardería, pero ¿quiénes son los mejores cuidadores para el nieto? el abuelo y la abuela. ¿Qué mejor maestra jardinera que un abuelo o una abuela? Ambos están fuera de la producción, fuera de la tensión necesaria para la lucha cotidiana, ambos están en el mundo de lo imaginario...

En Santiago del Estero el tata viejo es un personaje muy importante. Es el que sabe la historia de la familia, transmite la información, los agüelos cuidan al gurí, las dos puntas de la vida se complementan.

En nuestro país la vejez está desvalorizada, los viejos son marginados, el cambio social fue tan brusco que su experiencia habla de una Argentina que perdimos, si terminan en el geriátrico, los tratan como chicos, los retan y los humillan, se deprimen y  aparecen todas las enfermedades que tienen que ver con las bajas defensas.

En cambio, en las sociedades más sanas, esta es una época muy rica, porque es la de la reflexión, que es parecida al juego y la creatividad, pero ya después de haber visto la película entera y haberla entendido. Es como el que viajó mucho y ahora puede ver el panorama del viaje.

La última etapa es lo que se llama la senectud, que a veces tiene un deterioro grave,  neuronal, de las funciones mentales. De todas maneras, el final del proceso de la vida, que es la muerte, es un tema negado en nuestra cultura. El final, la agonía, a veces tiene características traumáticas, como algunos partos, al inicio.  Los humanos somos todos de la tribu de los "Uterumbas", porque vamos del útero a la tumba.

Se puede estar en cualquier edad, incluso setenta, ochenta años, y el que tiene un proyecto se aleja de la muerte. Eso lo vi en Pichón anciano, él decía: “la muerte está tan lejos como grande sea la esperanza que construimos”, el tema es la construcción de la esperanza. ¿Cómo la podés construir?, si esa historia tiene sentido y se arroja adelante como esperanza.

Padres que no le tienen miedo a la muerte hacen hijos que no le tienen miedo a la vida.

Alfredo Moffat     -    Psicólogo “Terapia de Crisis. La emergencia psicológica”