lunes, 22 de febrero de 2010

El Amor y Nuestro Crecimiento Espiritual


EL AMOR




Por Silvia Patrono

__________________________


El camino del crecimiento espiritual y como individuo se puede transitar solo o acompañado. Las personas que conviven con alguien a veces pueden olvidarse que nuestra pareja es un espejo en nuestras vidas que está mostrando algo no solo a la pareja sino fundamentalmente al individuo. Hoy en día hay muchas parejas que a la mínima discusión o intercambio de palabras deciden que no hay mejor solución que una separación. No se permiten utilizar  los obstáculos como ejercicio para la reflexión y el crecimiento individual y de pareja.  Esto no asegura una unión o separación pero sí es una gran oportunidad para saber si nos vamos de ella por un impulso del momento a repetir otra historia similar o todo se acaba cuando estamos en un estado tan negativo sin poder dilucidar lo mejor para cada uno. En ambos casos no hemos creado el espacio para el crecimiento/ el aprendizaje: para un cambio positivo.


Respiremos profundo, conectémonos con nuestras emociones y desde ese punto pongamos atención antes que nada a la relación que uno tiene con uno mismo. Esa es la relación determinante de cualquier otra que tengamos.  ¿Cómo me llevo conmigo mismo? ¿Existo como individuo o sólo encuentro mi identidad en el otro? Es importante ser sincero y reflexionar sobre nuestras acciones ya que SIEMPRE todo problema de pareja empieza en uno y la relación que formamos fundamentalmente con nuestra alma, nuestro corazón. Si entendemos este punto es más fácil todo: una separación, una unión o vivir solo, por así decirlo, ya que nunca estamos solos. Siempre nos encontramos en compañía de nuestra alma.  

¡Alimentemos  nuestra alma que recíprocamente ella nos alimenta a nosotros y por ende nuestra vida!  Enamorémonos primero de nosotros y aprendamos a vibrar ese amor que tanto pedimos como si fuese algo que viene primero de afuera hacia uno cuando: es al revés.

Vibro amor, recibo amor.  Vibro confusión, atraigo más confusión.  

Recordemos que así funciona la Ley de Atracción.


La vida es un proceso dinámico no estático. La única garantía que tenemos de vivir una vida feliz es uno mismo. Entonces, ¿Qué hago con ese potencial? ¿Soy capaz de crear mi propia felicidad y por ende irradiar esa energía a aquellos que me rodean?

Escribir una lista de mis miedos tal vez  me ayude a descubrir que estoy viviendo mi vida de acuerdo a ellos. Quizás me entere en mi búsqueda del amor que uno de mis mayores miedos es amar o ser amada. Enfrentarnos a esas áreas grises de nuestra vida es una magnífica oportunidad a darle otros matices y entender que con un poco de luz que uno genere las cosas pueden cambiar: definitivamente cambiarán. Los pensamientos son creadores y si genuinamente vibro “encontrar una respuesta”, algo sucederá que me guiará  hacia espacios de grises más tenues o donde el color empieza a aparecer siendo uno en todo momento el generador de dichos cambios.  


Cuando hablamos de amor es importante distinguir que el AMOR es la fuerza mayor en la vida y su opuesto es el  MIEDO. El AMOR no está supeditado al romanticismo o una relación de pareja que es un pedacito de los millones de facetas que la vida nos presenta.  Cuando buscamos la par
eja     y deseamos ahondar en esa búsqueda es muy factible que nos demos cuenta que estamos enfrentados a la relación con uno mismo. Lo cual es magnífico ya que nos pone nuevamente en el camino de la vida con un rol más participativo. Tratemos de ser las mejores personas que podemos ser con nosotros y el resto será mucho más fácil. Parece egoísta y tal vez lo sea.  Ese egoísmo se convierte en una gran medicina para aprender a ser feliz. De ese modo, mi búsqueda, mi conexión conmigo mismo/a, el amor que sienta y expanda, será el mejor regalo para aquellos que amo.





Empecemos hoy con nosotros, no hay más nada que buscar.
¡Acabamos de reencontrarnos!




No hay comentarios:

Publicar un comentario